martes, 28 de junio de 2011

¿Casualidad o causalidad?


Según la Real Academia de la Lengua, el término destino significa: 'Hado. Fuerza desconocida que, según algunos, obra irresistiblemente sobre los dioses, los hombres y los sucesos'. ¿Creéis que todo en esta vida está escrito y que poco podemos hacer para cambiarlo?
Independientemente de que creamos o no, el hecho es que la sociedad, a través de las películas “de pasteleo” o las novelas románticas de Danielle Steel o Jane Feather, ha hecho que los humanos nos obsesionemos un poco por el tema. En particular, las mujeres. Muchas de ellas creen que el príncipe azul, o el sapo, según se mire, tiene que llegar en algún  momento. No saben cuándo, ni dónde, pero están seguras de que llegará. Y ahí reside el problema. En el transcurso de la espera, algunas idealizan el amor basándose en, como ya digo, el romanticismo de los films. Sin ir más lejos, la semana pasada fui con unos amigos a ver la obra de teatro Dos hombres solos sin punto com ni ná (la cual recomiendo encarecidamente que vean), y hablaban sobre lo que hoy reflexiono. La mujer ya no quiere que su pareja sea romántica, lo que quiere es que la misma se comporte como un personaje de alguna película que vio hace tiempo y de la que no ha podido olvidarse en años.  Como decía Rodrigo Ponce de León, uno de los dos actores de la obra, se busca un amor completamente difícil de alcanzar. Ponía como ejemplos las películas: Pretty Woman, en la que para que tu pareja sea como ese atractivo Richard Gere primero debe ser un putero (y disculpen mi vocabulario) y luego tú ser una prostituta; y Ghost, donde el enamorado Patrick Swayze debe morir y convertirse en fantasma para hacer soñar a media España. En definitiva, algo completamente surrealista.
 Con todo esto quiero decir que mientras haya personas que idealicen el amor o mejor dicho, idealicen lo que esperan de él, se están perdiendo los pequeños actos que dan sentido a la vida como el mensaje que te envía el chico que te gusta tras la primera cita, ese roce de labios que apenas llegas a sentir pero que te impide coger el sueño… Tonterías que la gente decide obviar y por el contrario obsesionarse por encontrar al moreno, alto, ojos negros, torso atlético, sincero, amable, cariñoso, comprensivo...que a la primera de cambio te suelta un directo “¿en tu casa o en la mía?” y tus ilusiones por tener un idilio romántico con ese hombre perfecto se esfuman de ipso facto

3 comentarios:

  1. Hoy en día hasta los feos dicen ¿en tu casa o en la mía? jajaja

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  2. hace años escribí esto...
    http://nocalcetines.blogspot.com/2007/10/casualidad-sin-ms-o-sincronicidad.html

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  3. Por citar Lo que el viento se llevó. Una mujer corre que te corre por el chico de moda, mientras Red, el chico malo pero enamorado hasta las cachas, termina cansado de correr tras una mujer que sólo tiene ojos para otro. Ah!!! Y ese otro, sólo ojos para otra. Vamos, que pueden hacer una conga. Besos de tu cuñada. (fantástico)

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